Las maletas antiguas son uno de los enseres más apreciados y valorados por las personas con espíritu viajero, elaboradas con materiales como el cartón, el cuero o la tela han sido cotizadas por su versatilidad y decoración.
Las maletas representan nuestro espíritu bohemio, la evocación de tierras lejanas y paraísos perdidos, el viaje a nuestro yo interior y mucho más, toda una vida puede caber en una maleta.
De entre todas las opciones que hemos encontrado nos decantamos por estas para inspirante en el reciclaje de tu maleta antigua.
1. NEGRO SOBRE BLANCO
Con las técnicas de transferencia de imágenes y estencil podemos renovar una maleta antigua en dos colores muy clásicos y fácilmente adaptables a cualquier rincón de una estancia.
2. CON ETIQUETAS
Haciendo referencia al espíritu viajero se puede optar por pegar etiquetas de lugares turísticos que podemos imprimir o fotocopiar en color y pegar a modo de collage en nuestra maleta antigua a la que daremos unas capas de barniz satinado incoloro para crear un estilo retro.
3. BLANCO SOBRE NEGRO
Imitando las cajas de embalajes de objetos frágiles pintaremos nuestra maleta antigua con un color negro mate y encima estampamos etiquetas con letras y números en color blanco, lijando finalmente toda la superficie conseguiremos una decoración de estilo industrial.
4. BLANCO ROTO
Si queremos darle a nuestra maleta antigua un estilo barroco aquí tenemos esta idea que aplica un ornamento clásico en la tapa y rayas verticales en el cuerpo utilizando dos tonos de color, el blanco roto y el color piedra.
5. CON PERIÓDICOS
Fácil, barato y sencillo no hay escusa para reciclar ese viejo maletín de los setenta con periódicos viejos y unas capas de barniz satinado con un poco de pigmento siena tostado para crear una pieza decorativa y de almacenaje en cualquier estante.
6. A RAYAS
Pintaremos nuestra maleta antigua con rayas en vertical de color beige sobre un fondo en color azul turquesa pastel y daremos un acabado envejecido aplicando un encerado color marrón a toda la superficie, dejamos secar y retiramos el exceso con una muñequilla de algodón.
Por P. G. Cabreros (Téc. Sup. Artes Plásticas y Diseño)
...................................................